En un ejemplar de Nadja, Chance ha escrito meticulosamente «Querré» encima del nombre del autor. Ha trazado con arte todas las letras, de tal manera que el título Querré a André Breton parece salido de imprenta.

A André Breton le queda poco tiempo de vida. Con Chance, podría conseguir el gran objetivo de su vida amorosa: abordar a una mujer, pensar solo en ella y gestar un libro.

Chance va a su casa. Tienen una relación sexual. Pero, unos días después, el poeta muere y la joven se queda sola.

¿Y si fuera Nadja la que escribiera la novela de André Breton? La de un hombre al que escogió como su salvador y que no pudo salvarla. Este es el relato alternativo que nos ofrece Serge Filippini en la novela Querré a André Breton. Que empieza por André Breton y acaba con una revelación mística. O cómo el amor apasionado puede también entenderse como una forma de dominación del escritor sobre su musa.