Pontivy amanece en estado de shock. Richard Desplouze, profesor de francés sin historia, ha sido apuñalado durante su footing matinal. Este suceso desconcierta a la pequeña y tranquila aldea: ¿quién podría tener algo en contra de este hombre de bien en todos los aspectos? El arma del crimen no aparece y la policía no da pie con bola. La juez encargada del asunto quiere resultados y recurre a sus dos fieles investigadores: Marquis y Ségolène. Este dúo, de métodos poco ortodoxos, ya ha demostrado varias veces su eficacia. Al margen de los gendarmes, van a sondear la cara oculta del asunto y descubrir la verdadera identidad de Desplouze: la de un marido infiel, aficionado a las jovencitas. ¿El experto equipo dará por fin con el móvil del crimen? Pero un segundo crimen reabre la investigación. Mismo arma, mismo modus operandi. El misterio se ensombrece…

Con Kafka remaba los domingos, Cédric Morgan estrena con gran desenvoltura el género policiaco. Una investigación llevada a cabo por una singular pareja de detectives, Ségo y Marquis, más interesados por los baches del camino que por la dirección del mismo. Bajo el influjo de Antoine Blondin y de Lewis Carroll, en este libro hallaremos héroes desfasados, secretos de la vida cotidiana, verdades de la existencia y un humor malicioso que juega con las palabras y las situaciones. Además de unos enternecedores personajes que luchan día y noche contra lo que más falta les hace: sueños y aventuras.