Hennes van Veldes es un joven estudiante de cine en Berlín. Para ganarse un dinero, y para darle sentido a su aburrida vida estudiantil, se presenta como documentalista free-lance. Gracias a ello, consigue un encargo del viejo escritor, Cornelius Düler: que haga una película sobre Wolfgang Laib, un artista del sur de Alemania.

El extraño escritor quiere esa película para él solo. Financia a Hennes, que se marchará con su cámara tras las huellas de Laib, que nunca aparece. Después de muchos días de búsqueda, alojándose en albergues juveniles, y de filmar por fuera la casa vacía de Laib, Hennes, hundido en el frío de una campiña siniestra, termina por derrumbarse psicológicamente.

Esta novela muy bien construida, con una escritura extremadamente justa, y en la que el sentido del humor y la ironía están siempre presentes. La ausencia de cielo (L’Absence de ciel), es un lienzo verdadero de nuestra época, que nos recuerda a Houellebecq en la descripción de los albergues juveniles sin alma, de los campos sin naturaleza, así como de ese documental sin argumento y de ese joven sin vocación.

La ausencia de cielo —una road-novel que nos atrae por su gran calidad descriptiva—transmite un mensaje muy contemporáneo sobre las relaciones humanas, la juventud, los fines de estudio, Internet y los paisajes espantosos. Un libro cautivador que nos atrapa por su estilo narrativo y la extraña tensión de vacuidad que lo habita.