Pierogi, bigos, mizeria, zurek, bortsch, placki…
De la cocina polaca se ha dicho que era parecida a la cocina judía, a la alemana, a la rusa y a la ucraniana. Al igual que las demás cocinas mestizas, tiene carácter propio, es picante, inimitable. ¿Será por el sabor de las hojas de remolacha, el de la nata con eneldo picado por encima ? ¿Será el sabor de la col fermentada cuyo jugo ya es toda una delicia, el de los arenques del Báltico, y ese vasito de vodka helado puesto en el noreste de cada plato ? ¿O será por el apetito de vivir tan colorido ? Sí, es por todo eso, y también por algunas canciones, por los perfumes del sotobosque, de las flores, y por el crujir de las semillas de la adormidera al masticarlas…

Primeros platos fríos y calientes, una veintena de sopas, segundos platos fastuosos, otros muy sencillos, pastas y sémolas, dos docenas de postres. He aquí más de una centena de recetas, lo esencial de la cocina polaca tal y como se puede preparar hoy, en Varsovia, Marsella o Lausana, con productos facilmente asequibles.
Smacznego ! ¡Buen provecho!