La mayoría de los viejos odian a los jóvenes. Es como si fuéramos unos apestados, unas mitades de hombre. Tenemos que conquistar nuestro lugar, trabajar duro para ser dignos de intéres. Se olvidaron que ellos también pasaron por ahí, y no quieren acordarse de nada. La juventud es maldita y caótica, un paréntesis en la vida donde uno se aburre a morir. Pero qué corta es la juventud cuando se puede vivir casi hasta los doscientos años. Una sociedad en que la vejez se ha convertido en la edad de oro, en la que el pasado y su culto a la juventud han sido borrados de las memorias, en la que nada bueno puede ocurrir para el ser humano antes de los cuarenta años, en la que todos aquellos que se lo pueden permitir pagan fortunas para poder lucir cuanto antes unas bonitas arrugas y unas bonitas canas... Tras la publicación de Les Gosses, La Tiranía de las apariencias es una fábula que se burla de nuestra sociedad y sus defectos.

En una sociedad en la que los ancianos son los reyes y los jóvenes unos malditos, una joven se rebela.