Le Retour du sauvage
Pierre Athanaze
El lobo y el lince, el alce, el tarpán y el bisonte, el esturión y el salmón… Son muchas las especies que habían desaparecido de nuestros territorios, y hoy vuelven a habitarlos.
Estas reapariciones se dan a veces de modo natural: como en el caso del lobo, que cruzó de manera espontánea la frontera italiana para recolonizar Francia, o la foca que se reinstala poco a poco en la bahía de Somme. Pero muy a menudo son el resultado de programas voluntarios: por ejemplo, el buitre fue reintroducido en los acantilados de la meseta calcárea Méjean, el oso en los Pirineos, el esturión en la Garona y el río Dordoña…
Ya sean espontáneos o provocados, estos retornos suscitan casi siempre protestas: lo salvaje no solo dan miedo sino que pone en tela de juicio ciertas prácticas tradicionales, sobre todo en el ámbito agrícola y pastoral. Y, en nuestros territorios ampliamente antropizados, la cohabitación no es fácil y genera múltiples conflictos con los cazadores, los ganaderos o los agricultores.
Sin embargo, esta cohabitación es absolutamente necesaria, y el retorno de especies salvajes no es viable sin la restauración de espacios salvajes: una especie es indisociable del territorio particular en el que puede sobrevivir, y para garantizar su perennidad es necesario reconstituir los ecosistemas en su globalidad: la supresión de presas, por ejemplo, permite a la fauna y a la flora reencontrar su lugar en el medio ambiente y contribuir de nuevo a la diversidad y a la riqueza biológicas, que garantizan a su vez un mejor estado de nuestra atmósfera y nuestro planeta.
Un tema que sale a menudo en los medios de comunicación: los regresos del lobo, el oso o el buitre siguen suscitando debates apasionados. Un libro comprometido, sin llegar a ser militante, que propone claves para forjarnos nuestra propia opinión.