Christian y Carole habitan una vieja y aislada casucha destartalada. Una vez al mes, esta pareja de neo-rurales, que viven lejos de todo en la Meseta, cogen el coche para hacer la compra en la zona comercial más cercana. Sin motivo aparente alguno, aquel día, las cosas se tuercen. Desde la casa al centro comercial, parando en un restaurante chino, en casa de la abuela, y tras una expedición nocturna en busca de un cajero automático, Carole y Christian atravesarán las tormentas y los tormentos de una odisea ordinaria, sin gloria ni esplendor.

Para el que sabe mirar, en un día de este tipo, pasan mil cosas que dicen mucho sobre nuestras vidas: momentos insignificantes, casi como flashes, pero que muestran todas nuestras heridas internas. Lo que nos atormenta siempre nos acompaña. Contrariamente a sus novelas anteriores en las que Myriam Chirousse dio prioridad a la imaginación, esta tercera novela está escrita en un estado de lucidez y conexión con la realidad. El jabalí es una novela sincera, auténtica y aguda, poseedora de una tensión minimalista. Pureza lunar de los adjetivos, claridad con la que nos acercamos al fuego de la catástrofe. Bajo nuestras vidas en centros comerciales se abren las puertas del infierno…

Veinticuatro horas en la vida de una pareja.