Le Saut oblique de la truite
Jérôme Magnier-Moreno
¡¡Córcega!! ¡¡Córcega!! ¡¡Córcega!!, repite el narrador con un entusiasmo un poco ingenuo imitando al General de Gaulle gritando ¡¡Europa!! ¡¡Europa!!¡¡Europa!! en aquella famosa entrevista. Porque al salir del pueblo de Corte es sorprendente hallarse en un valle de ensueño. Admiren si no estos «matorrales de mirto, de romero, de jara y de brezo, encrespándose como si fueran regularmente tallados por una cuadrilla de jardineros japoneses». Es el lugar ideal para pescar truchas, dándole gracias al mundo por su belleza. Bajo la figura tutelar de Hemingway, Jérôme Magnier-Moreno escribe muy certaramente sobre unos temas que domina a la perfección. Al narrar el viaje de un joven a Córcega, entre la pesca con mosca, los pequeños restaurantes y los fracasos amorosos, el autor nos brinda un relato apasionado y a menudo cómico sobre la naturaleza y la libertad.
Jérôme Magnier-Moreno tardó diez años para escribir una historia que no habla de nada en particular— o casi. Todo reside en el estilo, la descripción sensual del paisaje. Una primera novela iniciática que produce una sensación única de naturaleza y libertad.