Con la muerte de soldados en Afganistán, Francia ha redescubierto la guerra. Los grandes conflictos mundiales quedan ya lejos. Han dado paso a conflictos purulentos que no son reconocidos como tales. Ejércitos potentes y modernos (Estados Unidos en Iraq, americanos y europeos en Afganistán, Rusia en Chechenia, Israel en el sur del Líbano…) no siempre consiguen vencer. El fin de la conquista se prolonga a menudo en conflictos asimétricos donde el adversario, mucho más débil en tropas y armamento, nunca es vencido del todo. Las crisis duran e invaden nuestras pantallas, sin “happy end”. Estas nuevas guerras toman como rehenes a las poblaciones. Las ciudades se convierten en campos de batalla. Los adversarios avanzan a escondidas, civiles de día, insurgentes de noche. Siempre dispuestos a morir, si es necesario. El combate también se libra en el terreno de la imagen, de la comunicación, y plantea preguntas que ya no queremos oír: el sentido de la vida y de la muerte, el compromiso... Las convicciones democráticas quedan en entredicho. Con numerosos testimonios de primera mano, relatos inéditos, y destacados retratos de soldados y de oficiales, franceses y americanos principalmente, el libro de Pierre Servent nos presenta los nuevos rostros de la guerra, y nos da las claves de estos nuevos conflictos que plantean nuevos desafíos a los civiles y a los militares.