Reina la conmoción en el pueblo. Toussaint Legoupil ha desaparecido. Se fue a China en busca de sus orígenes… y no se le ha vuelto a ver. Hay que saber que Toussaint es de origen chino –allí, en un orfanato chino, fue a buscarlo una pareja francesa para adoptarlo – pero negro. Un chino negro suscita muchas preguntas… En el avión, se topa oportunamente con Mimi, una amiga de infancia que le acompañará en la búsqueda esencial de su identidad, búsqueda que se volverá muy rocambolesca. Pero, ese chinegro, con la complicidad del narrador, ¿no nos estará embaucando?

Repleta de aciertos, Made in China es ante todo lúdica e interactiva. Al igual que en su primera novela, el autor juega continuamente con el lector, se burla de las normas y los clichés. Resultado: un divertimento hábilmente construído.