Criticada, ignorada o abucheada, la Marsellesa no siempre goza de buena reputación. Por anacronismo, se le encuentran muchos defectos: belicosa, sangrienta, nacionalista.

Sin embargo, su valor simbólico es muy a menudo subestimado en los combates para la libertad, tanto en el curso de nuestra propia historia como en la del mundo moderno. Canto revolucionario y aspiración a la igualdad durante el siglo XIX, fue un llamamiento a la unidad en las trincheras de la guerra 14-18, el consuelo de los vencidos durante las oscuras horas de la derrota de 1940, o en la desesperación de los campos de concentración.

Desde la Historia de la Revolución Francesa de Jules Michelet hasta Casablanca de Michael Curtiz, Jean-Louis Panné nos invita a un erudito y sorprendente recorrido, siguiendo las huellas del himno nacional.

En forma de antología no exhaustiva, una selección de testimonios históricos, de referencias literarias y cinematográficas que subrayan el alcance universalista y emancipador de la Marsellesa.