El 12 de abril de 1973 moría Picasso. Nacido en el siglo XIX en España, es con George Braque el fundador del cubismo e inventor del arte moderno. Su vida atraviesa el siglo XX y sus dramas – la primera guerra mundial, la guerra de España, la segunda guerra mundial, la guerra fría – y su obra no dejó de ser testigo de ello. Al instalarse definitivamente en París en 1904, traba amistades con personalidades que marcaron su época : Max Jacob, Apollinaire, Cocteau, Breton, Eluard, Aragon y otros tantos.
Pero varias mujeres también marcaron su vida y su obra : Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova con la que se casó, Marie Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot, Jacqueline Roque… Hombre de pasión y también, a su manera, de fidelidad, que se pinta de Minotauro atravesado por el misterio femenino, Picasso encuentra en cada una la fuente de una reinvención permanente, de una perpétua puesta en juego de su talento, de su ardor pictórico.

Treinta años después de su muerte, cuando se abre por fin en Málaga, su ciudad natal, un museo dedicado a su obra, Pascale Le Thorel-Daviot describe, en un libro muy documentado, el recorrido de este hombre incomparable, dando la palabra a los que formaron parte de su vida.