La novela se desarrolla en Lyon, consta de tres capítulos y cuenta en primera persona la historia de Sophie. Tiene treinta años, se le ha acabado el paro, pasa hambre a menudo, y quiere escribir un libro. El principal interés de las peripecias desternillantes de Sophie reside más en la manera en que las cuenta la autora que en las aventuras mismas. Nos reiremos y nos escandalizaremos con la vida descabellada y el ascetismo forzoso de esta joven solitaria. Esta novela nos hará reflexionar además sobre las condiciones en la que viven las personas en paro. Alternando el tono humorístico con otro más ácido, la autora hace una crítica corrosiva y cómica de las necesidades del hombre para integrarse y hacerse valer en la sociedad, la familia y el trabajo, componentes indispensables del aburguesamiento al que todos aspiran. En esta novela, Sophie Divry consigue de nuevo maravillarnos y abrirnos los ojos. Nos entusiasma el sarcasmo con el que no deja títere con cabeza, incluyéndose a ella misma, y con el que pone de relieve la mezquindad del ser humano. Con su fina ironía y su humor, juega con las palabras y nos deja atónitos por el brío con el que maneja el lenguaje.

Una pequeña bomba. Una novela muy divertida, chirriante, inteligente, original, excesiva pero con un trasfondo serio que refleja muy bien la época en que vivimos.