Solsticio de invierno es la única novela de Basara que podría calificarse como novela de amor. Cualquiera que conozca la obra de este autor, sabe que la cuestión amorosa y sexual suele quedar zanjada con un par de frases irónicas. Esta vez, ocupa toda la novela. Lo cual no quita para que el autor diga (página 46):… no confío en las novelas de amor. Son pura mentira o puro horror. Sin embargo, en esta historia llena de estupro, nunca sabremos si hubo verdaderamente amor carnal entre Nana y el narrador. Él dice que sí, luego que no se acuerda, que quizá, que probablemente, en fin, como entre cualquier hermano y hermana.
¿Quién es Nana, este inasequible objeto del amor en la novela ? Es una especie de Frankenstein que simboliza la fascinación de Basara por el eterno femenino. Es compleja, contradictoria, múltiple. Es bella y cruel, como una mantis religiosa. Es lúbrica, pero quizá frígida, un ser metafísico tentado por la santidad. Es venal, asesina, pero también inteligente, creativa, poetisa y ensayista talentosa. Lo único a lo que nunca podrá asemejarse es al casto modelo de la Virgen María.