En Niza, donde comenzó su segunda vida, Armande es atropellada por un coche la víspera de su cincuenta cumpleaños.

¿Accidente? ¿Suicidio? Reunidos en el funeral, su ex-marido Christophe, sus amigos Emilien y Patricia, sus hijos Aubin y Margaux dudan, se hacen preguntas y revisitan el pasado. Condensados en media jornada, los monólogos interiores se encadenan, se contestan, se entremezclan hasta perfilar el retrato de dos familias que unieron sus destinos hasta el drama final.

Cada personaje, uno por uno, le plantea al lector cuestiones propias de su edad (los padres son cincuentones, los hijos veinteañeros), sobre temas que nos conciernen a todos: ¿qué es el amor?, ¿cómo hacer que dure? ¿Qué lugar ocupa la sexualidad? ¿Es la traición el único remedio contra la renuncia? ¿Podemos preservarnos de alguna otra manera que no sea haciéndonos ilusiones sobre el futuro? ¿Qué nos une a nuestros hijos? ¿De qué vidas, de qué muertes somos responsables?

Con una gran sutileza psicológica, el autor relata la vida de dos familias burguesas aparentemente irreprochables, pero que no se libran ni de las mentiras ni de los desgarros. Con su eficaz y amena escritura, Étienne Deslaumes se convierte aquí en escribano atento a los estados de ánimo, las dudas y los lamentos de unos personajes entrañables– más allá de la moral y las apariencias.