Estamos en el siglo XVII, en África. Un día, el paraíso en el que Semba siempre ha vivido estalla en pedazos. Su pueblo es atacado por unos guerreros furibundos: los más valientes son encarcelados, los demás hechos papilla de sangre y huesos. Todos pasan a ser propiedad de Dom Fernando Da Fonseca, un riquísimo Negrero de origen portugués afincado en Brasil. Y aun tienen que atravesar un océano… Llegado a buen puerto, Semba pasa de prisionero a esclavo. Comienza el infierno: las sevicias corporales, las humillaciones, el trabajo agotador en los campos de caña de azúcar… Semba sólo piensa en una cosa: recobrar su dignidad. Para ello, tendrá que evadirse y llegar hasta el bosque de Barriga. Allí, viven miles de Negros que han escogido la rebelión y la libertad. Su jefe es el temible Zumbi, el Dios-de-la-Guerra, que desde hace años desafía a holandeses y portugueses. Esa es la tierra de la esperanza. Semba hará lo imposible por llegar allí. ¿Lo conseguirá? ¿O morirá? Es la cuarta novela que Jean-Paul Delfino le dedica a Brasil. Esta saga sobre el esclavismo y la historia de Brasil, cautivadora y inteligente, bien escrita y bien construída, novelesca, jadeante y original, es una lectura verdaderamente placentera. Zumbi, o los itinerarios accidentados, imprevistos y novelescos de dos familias, entre las costas de Guinea y un Brasil naciente. La primera es la de Semba, un guerrero capturado en África, que, una vez en Brasil, tendrá como único objetivo recobrar su libertad. La segunda es la de los Da Fonseca, negreros todopoderosos en la Corte del emporio de Portugal a Río de Janeiro. Amor, violencia y aventura se dan cita en esta novela.