La Soupière
Cookie Allez
¡No hay nada más engañoso que una sopa! Mixtura hecha de elementos diferentes que, una vez triturados, cocidos y recocidos, llegan a ser irreconocibles ; pocas veces conseguimos adivinar todos los ingredientes que la componen... Es una de las comidas más ambiguas y más secretas. Aún si consideramos los efectos que produce : sustenta y calienta, pero también puede dar asco y quemar.
Marie, costurera, alimentó a Bernard, hijo que no deseaba, con su amargura — o sea con una sopa en la que el sufrimiento se mezclaba con la ira. La recién madre añadió seguramente, durante la cocción, un pizco de amor….pero no formó sino grumos. A pesar de los años transcurridos, a pesar de su buena voluntad, había algo podrido en el caldo.
Aunque esta sopa le atrancó la garganta, Bernard intentó dar las gracias a Marie haciéndose perfecto. Y ofreciéndose una panoplia de salvador. Él, el niño sacado de mala gana de la nada, se desquita poniéndose al servicio de la supervivencia, trabajando en las emergencias del Centro Hospitalario de Viroflay. Este esferzo no se recompensará y llevará poco a poco el joven al delirio.
Probablemente Bernard no pensó en esto al encerrar la cabeza de su madre en la sopera familiar... Casualidad o necesidad, no había mejor sitio para el magma de sus sentimientos.
La Sopera, historia totalmente imaginaria, propone un paseo por la búrbuja misteriosa en la que viven a veces las madres y sus hijos.