Le Soir du chien
Marie-Hélène Lafon
Laurent nació en Auvergne, en un pueblo aislado. Vive allí con su madre. Un verano, encuentra a Marlène, que no es de la región, y se enamora de ella. Ambos se instalan en una casa apartada del pueblo. Pasan entonces meses de felicidad apacible ; hasta la salida de Marlène.
Es austera y magnífica. Destruye los seres y sus deseos.
Oposiciones componen la trama de la novela : la lengua del narrador (voz de la interioridad) se opone a la lengua hablada de los vecinos, de los padres (voz de la exterioridad). La vida de arriba (la de Marlène, de Laurent), en la paz, el silencio y la soledad, se opone a la vida de abajo, con la agitación, la promiscuidad y el rumor. La vida de arriba, en la que pueden entenderse sin hablar, y la vida de abajo, en la que hablan si entenderse. La vida de los demás (convencional, esperada, necesitada) se opone a la libertad de los héroes (Laurent y Marlène) quienes están listos para arriesgarse la vida para sentimientos auténticos. La belleza insolente, marginal de Marlène y su silencio se oponen a la pesadez cansada de las mujeres con niños que la rodean y a sus palabrerías. La desconfianza entre las parejas en el pueblo (nada se autoriza salvo lo que se hace) se opone a la confianza tranquila de Laurent — que renunciará a luchar para retener a Marlène.
A lo largo de este texto se nota una gran economía de las palabras. El estilo contiene emoción y dolor. La delicadeza de la sensibilidad y de su expresión, la intensidad de los silencios hacen el relato de esta crisis muy conmovedor.