Dominique de Rivaz decidió viajar a Choina, un pueblo de 300 habitantes en el Grand Norte ruso, cuando descubrió las fotografías de Dmitrij Leltschuk. Este pueblo, a orillas del mar Blanco, fue uno de los puertos pesqueros más importantes de la Unión Soviética, y hoy se halla practicamente sepultado por la arena. La pesca intensiva ha destruido el fondo marino, que formaba una barrera natural. Los habitantes intentan salvar su pueblo retirando cada día los depósitos del mar y del viento.
Les dos fotógrafos, fascinados por estos parajes lejanos, olvidados el mundo, pasaron allí mucho tiempo, como lo demuestran las fotografías del libro. La peculiar luz del Norte ilumina las imágenes que tomaron de niños o de ancianos, de las ruinas oxidadas de los barcos en la playa, del avión semanal que los llevaba a Rusia, del faro que cerró hace poco por decreto oficial. Los textos sobre el pasado de Choina y la vida de sus habitantes completan el diálogo entre ambos fotógrafos. Para Dominique de Rivaz, Choina es un lugar propicio para el luto y la memoria, un lugar donde explorar los confines de la vida.

Un libro fotográfico sobre el Gran Norte ruso, sobre un pueblo sepultado por la arena, abandonado a su suerte y dominado por las fuerzas de la naturaleza. Este reportaje lírico y contemplativo nos hace reflexionar sobre la explotación a ultranza de los recursos naturales y sobre la inmensidad del mundo.