Cánceres, obesidad, asma, alergias, enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, por ejemplo), cardiovasculares y metabólicas (diabetes de tipo 2, hipertensión)… ¿Cómo relacionar la fuerte progresión de estas patologías con las transformaciones de nuestro medio ambiente, con la revolución industrial y la urbanización?

En nuestra vida cotidiana, estamos continuamente expuestos a mezclas de sustancias potencialmente tóxicas (pesticidas, PCB, amianto, perturbadores endocrinos, nanopartículas). ¿Cuáles son sus efectos sobre nuestro organismo? ¿Podemos protegernos de algún modo? Y ¿cuáles son los verdaderos peligros de las ondas electromagnéticas?

Las respuestas a estas preguntas son esenciales, tanto en un plano individual como en términos de políticas públicas. Hoy en día, algunos mecanismos están científicamente probados y podrían ser reglamentados por los poderes públicos; otros están en fase de estudio (como la telefonía móvil, por ejemplo): la decisión pasa entonces por una gestión de los riesgos y del principio de precaución, lo cual no siempre es fácil dada la presión de algunos lobbys industriales o farmacéuticos.

Este ensayo aborda de manera muy sencilla las relaciones entre nuestra salud y el medio ambiente: la evolución de nuestro entorno y nuestros modos de vida tiene un impacto muy importante sobre nuestra salud, y cada vez se entienden mejor los mecanismos que están en juego. Este libro hace un balance sobre los últimos progresos científicos a la vez que señala los límites de nuestro saber en algunos campos (sobre todo en lo relativo a las estaciones base), planteando el problema de las políticas sobre salud pública.