De la musique avant toute chose
Michel Tabachnik
En De la musique avant toute chose, Tabachnik nos ofrece su concierto ideal. Se compone de obras de Richard Strauss, Béla Bartok, Igor Stravinsky, Xenakis y Boulez. Para los dos últimos, se centra en su personalidad, el sentido de su búsqueda musical, la amistad que les unía. Nos cuenta también cómo conoció de cerca a un monstruo sagrado de la dirección de orquesta, Herbert Von Karajan, del que destaca la exigencia, el compromiso ejemplar con su arte.
Pero este libro es más que un álbum de recuerdos, increíblemente vivos. Tabachnik es un músico que reflexiona sobre su arte. Inspirado por el pintor Kandinsky, intenta responder a la llamada del ser. Sobre esta búsqueda, que le llevó a unirse a una secta, Tabachnik sigue interrogándose intentando volver a vivir, tras doce años de prohibiciones y silencios forzados.
La carta a Michel que le escribe Régis Debray a modo de prefacio, nos sitúa hábilmente en el lugar del ignorante de buena voluntad. Entabla un diálogo que Tabachnik está pidiendo a gritos, y contribuye a hacer de este libro una introducción a la música contemporánea, aún poco amada y apenas comprendida.