Travailler plus pour gagner moins
La menace Wal-MartGilles Biassette, Lysiane J. Baudu
Liberalizar el mercado del trabajo para incrementar los ingresos, apostar por la competencia para hacer bajar los precios: tales son los remedios propuestos por Nicolas Sarkozy para aumentar el poder adquisitivo de los franceses. Soluciones en boga desde hace mucho tiempo en los Estados Unidos, donde el héroe del poder adquisitivo, el gigante mundial de la distribución, lleva por nombre Wal-Mart. En unas décadas, el negocio creado por Sam Walton en 1962 en la América profunda se ha convertido en la empresa más grande del planeta, con cerca de 2 millones de asalariados y millones de Chinos trabajando para abastecer sus almacenes. Cada día, 25 millones de americanos pasan por la caja de algún supermercado de esta cadena.
Precios bajos todos los días, proclama la marca. Pero ¿en qué condiciones ? Salario y cobertura sanitaria mínimos, flexibilidad a ultranza, fuertes presiones a los proveedores, importaciones masivas de China... Los precios bajos también tienen un coste. Sin embargo, y sin atreverse a decirlo, algunos políticos y responsables franceses lo ven como un vector de modernización de la economía. Símbolo de la globalización triunfante, pero también de un capitalismo sin escrúpulos, el modelo Wal-Mart está inspirando a más de uno en Francia. Auchan, Carrefour y otros están analizando los métodos de su gran rival americano, que podría aprovechar la flexibilización de la normativa para instalarse en el hexágono francés.
La investigación de Lysiane Baudu y Gilles Biassette revela la cara oculta de un modelo que está siendo objeto de debate, también en América. ¿Acaso el modelo Wal-Mart, no implica trabajar más para ganar menos?